Benjamin Chase Harper lleva dedicándose a esto de la música casi 20 años, dos Grammys y varias nominaciones más y para muchos continúa siendo un perfecto desconocido. Hagamos que eso cambie.
Nació el 28 de octubre de 1969 en Pomona, una ciudad de la región de Island Empire, situada a una hora de camino de Los Angeles (California) y vivir en esa familia tuvo que ser lo más divertido y enriquecedor del mundo: su abuela parterna era medio negra medio india cherokee, su bisabuela materna era rusa judía, procedente de Lituania. ¡Imagina! Sus padres tenían una tienda de música y su abuelo era el director del, a ver si lo digo bien, Folk Music Centre and Museum, una especie de cueva de Aladino o cajón desastre donde tenía cabida todo tipo de instrumento musical procedente de cualquier parte del mundo. Cuando escuches la música de este genio comprenderás porqué este dato es importante. Mientras todos los niños de su edad, jugaban al escondite, pillaban bichos o apedreaban gatos (sí no pongas esa cara, tú también lo hacías) el pequeño Ben acariciaba guitarras clásicas, aporreaba percusiones africanas, hacía temblar campanillas chinas o soplaba flautas indias, lo normal...
Con estos antecedentes era casi imposible que su música pudiera encasillarse en una etiqueta: soul, folk, blues, r&b, reggae, hip hop, jazz, country... lo que quieras y de la forma que quieras, este tío lo ha tocado todo con una maestría increíble. Su influencia abarca desde Bob Marley hasta Jimi Hendrix, pasando por Nirvana, Pink Floyd o Led Zeppelin. Sus letras comenzaron siendo excesivamente... "blandas", al menos para mí: paz, religión, dios, medioambiente... afortunadamente en sus últimos díscos se ha vuelto mucho más conflictivo y reivindicativo políticamente hablando.
Su primer disco reconocido fue Welcome to the cruel world (1994), aunque dos años antes publicara con Virgin Pleasure and Pain desconocido e inaccesible para casi todo el mundo porque sólo se editaron mil quinietas copias en vinilo. Curiosamente hasta que no publicó su tercer album en 1998, The will to life, no empieza a ser reconocido por la crítica su primer disco. En esta etapa, hasta 1999, se hace telonero de R.E.M., Radiohead, Metallica, Pearl Jam y The Fugees, que no son moco de pavo, ¿verdad? Tiene gracia, en su gira por España Mclan fueron sus teloneros. En 2005, junto con los Blinds boys of Alabama, sale a la venta Live at the Apollo, disco en directo que sirve de reconocimiento a su carrera musical; con él obtiene sus dos Grammys. En 2007 sacó a la luz Lifeline grabado en tan sólo 7 días junto a una nueva banda 'The innocent criminals', para mí es su mejor disco quizá porque la canción que da nombre al disco es da las mejores que he escuchado en mi vida. Además es un disco muy especial porque fue grabado íntegramente con una clásica mezcladora analógica de 16 pistas, sin utilizar ordenadores ni pro-tools en ningún momento del proceso de la grabación. Música en carne viva. Ahora ha creado otra banda, Relentless 7, con quienes acaba de publicar el que es su último disco hasta el momento, White lies for Dark Times (2009)
Del mismo modo que nadie elige un libro, es el libro quien nos elige a nosotros, yo no descubrí a Ben Harper, me encontró él. No creo demasiado en el destino, y eso que últimamente me sorprende más de la cuenta, porque eso implicaría creer en muchas más cosas que no vienen al caso, pero me crucé con este cantante de forma curiosa. Yo no había escuchado hablar de este tipo en mi vida hasta mediados de 2008 cuando Mclan fueron sus teloneros en Barcelona, pero no conocía nada de él ni me interesé por saber. Lo dejé estar. A finales de ese mismo año me encontré un misterioso disco olvidado en un equipo informático (si el dueño me reconoce y lo echa en falta, que no se moleste en pedirlo porque ya lo ha perdido). Sobre la superficie azul metálico del mismo, garabateadas, dos letras en mayúscula una sobre otra: B-H. Lo escuché. Me fascinó. Lo malo era que no tenía ni maldita idea de quién carajo podía esconderse tras esas iniciales. Así que ahí nos tenéis a una amiga y a mí, arrimando la oreja al altavoz, con nuestro perfecto inglés intentando rascar algún estribillo para ver si dábamos con la tecla. "All arround the stone" era lo más que conseguimos sacar, tras vueltas y vueltas por Google descubrimos que en realidad se trataba de Gather Round the Stone un temazo del disco Both Sides Of The Gun (2006). Después de todo resultó que ese CD era una recopilación que alguien realizó a su gusto con los mejores temas de Ben Harper, lo clavó.
Conservo el disco, por supuesto, hasta que, como todos, se ralle de tanto oírlo pero mientras eso ocurre lo disfruto como un enano. Se ha convertido sin quererlo, sin imaginarlo siquiera, en uno de los discos más importantes para mi, curioso, ¿verdad? Hace poco, en uno de los pocos locales que me quedaban por conocer del lugar donde vivo, decubrí un poster enorme con el rostro de Ben Harper y me resultó tan extraordinario el descubrimiento en un sitio como aquél (¿destino?) que me prometí compartirlo, y eso hago. El garito es uno de esos sitios de los que van quedando pocos, en el que cualquiera yo me siento muy cómodo nada más cruzar el umbral de la puerta. Tiene identidad. Es un lugar amplio, cargado de humo de todo tipo, de cuyas paredes de madera levitan portadas de discos increíbles de ídolos como Bob Marley, Pink Floyd, The Clash, Dire Straits, salpicadas con fotografías de Barón Rojo, Sepultura, Sociedad Alcoholica, Supositorio Xpres... Tiene billar y futbolín, y sobre este, en un trozo de pared solitario, reservado como si de un altar se tratase iluminado de forma exclusiva por un foco se encuentra el careto de Ben. Si os habéis hecho un plano mental del local reconoceréis el mérito que tiene subirse a una escalera y colgar la imagen de este tipo, si viviérais aquí lo comprenderíais aún mejor.
En fin vayamos al lío. Aquí tenéis algunos temillas para valorar con conocimiento de causa el rollo que os he pegao.
Su último disco suena así:
Reservo la joya de la corona para el fina. Lifeline es una de las canciones más emocionantes que he escuchado en mi vida. Da la sensación que fue creada para despertar la nostalgia, los sentimientos más ocultos de cada uno, para ser escuchada con la persona que quieres en un cálido abrazo... Yo la escucho solo, pensando en mis cosas, en mi vida, en mi... jamás, nunca, la he escuchado acompañado. Si ha dado la casualidad que había alguien mientras sonaba, la he quitado o no le he prestado atención, para no ensimismarme y tener que arrepentirme después. Por eso, al ponerla aquí, me siento demasiado expuesto, vulnerable, como si violara mi intimidad con consentimiento, es extraño. Pero yo no soy tú. Disfrútala, con calma, con cariño, con quien quieras...
Sshshshshsh... Hasta la próxima.
Fantástico el descubrimiento, pero mucho mejor el reencuentro. Por cierto yo tengo una de esas mil quinientas copias del "Pleasure and Pain" de 1992. Ya te lo dejaré Shhhhhhhhhhhhhh
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