Veintiuno de enero de dos mil diez. Sidonie toca en Almería, yo estuve allí.
El cambio de ubicación a última hora no presagiaba nada bueno, ¿Sala Jala Jala? Antigua Génesis, me explicaron, pero seguía sin tener ni idea; un tugurio, me dijo alguien la tarde antes del concierto. No llegaba a tanto, pero estaba cerca. Se trataba de un local situado cerca de un complejo industrial que al parecer se usa para clases de bailes latinos: salsa, bachata, rumba, ese tipo de cosas. Dos columnas corintias de yeso flanquean la entrada, tras la cual se esconde un pasillo "sideral", decorado con estrellas y planetas, donde la luz ultravioleta hace que los tonos blancos tomen vida propia; este universo desemboca en la sala. Local mediano y oscuro, con una pequeña barra y un escenario justo para cinco músicos con sus intrumentos, ni más, ni menos. Una escalera sube desde este escenario a una plataforma metálica donde se sitúan los camerinos. Desde abajo, por una rendija de la puerta, se filtraba una extraña luz verdosa de lo parecía ser el camerino de la banda. Y efectivamente lo era, cuando se abrió se dejaron entrever una cantidad de botellas, ninguna de agua, instantes antes de que los músicos descendieran la escalinata para enfrentarse a un público expectante. Comenzaron más de media hora tarde, cuando la cerveza ya comenzaba a calentarse en la mano y la temperatura de la sala obligaba a desprenderse de ropa. Pero esta gente se lo puede permitir. No se presentaron, no hizo falta, el primer acorde de Nuestro baile del viernes (para mí
He visto algún que otro concierto en mi vida, y este fue de lo mejor. Por encima de cualquier cosa allí había una banda de músicos preocupados sólo por pasárselo y que lo pasáramos bien, y lo consiguieron con nota. Lo mejor, lo cercanos que son estos tipos: cantan entre el público, le dejan los intrumentos mientras ellos se cambian de ropa, invitan a chupitos al personal...Presentaban El Incendio pero en las dos horas que duró el espectáculo recorrieron casi todo Costa Azul y no faltaron clásicos como Fascinado. Tenía muchas ganas de verlos en directo y no decepcionaron, de hecho me habría ido el día siguiente a Granada o el siguiente a Sevilla. La temperatura de la sala subía canción tras canción, no parábamos quietos un minuto, Jesús Senra (el bajista) no nos lo permitía. El calor llegó a su punto más alto, como no podía ser de otra manera, cuando tocaron el tema que ha catapultado a este trío a lo más alto de las listas de ventas en nuestro país: El Incendio. Sidonie en directo me demostró dos cosas. La primera, que el público de Almería ¡está vivo! Yo que soy "almeriense" de En fin, disfruté muchísimo con Sidonie, y creo que todos los que estábamos allí también. No bailan bien, no son músicos virtuosos, no montan un escenario del copón... NO TE LOS PIERDAS, te arrepentirás. Aquí os dejo un botón.
Increíble Axel y sus duendes, qué crack!
Sidonie nos achicharró a todos esa noche con su incendio. Si tenéis la oportunidad de verlos en directo, no la dajéis escapar, yo no lo haré.
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